10mo encuentro – cómo contar

5 claves para contar

  • Marco de referencia: tiempo, espacio, coyuntura, contexto
  • Personajes: protagonistas, testigos, especialistas
  • Estructura: inicio-nudo-desenlace, flashbacks, relatos paralelos
  • Ritmo: organizar bloques en función de la tensión, Incluir otros elementos sonoros, utilizar la música como aliada, integrada directa o indirectamente al relato
  • Factor sorpresa: incluir, con cautela, elementos disruptivos, identificar el clímax del relato

El desarrollo tradicional

Tanto la narración tradicional, con su introducción, nudo y desenlace, como en el teatro con sus tres actos, nos proponen un esquema que no por muy transitado está agotado.

El 3 parece ser un número mágico al contar una historia. Vean, incluso, como funciona en el humor (el ejemplo más obvio son los chistes que comienzan con “primer acto…”).

Estrategias

¿De lo general a lo particular? ¿De lo abstracto a lo concreto? ¿Armo primero una estructura y luego completo los huecos o, por el contrario, genero contenido y luego veo cómo lo armo?
No hay fórmulas mágicas, pero la clave es mantener el desorden creativo controlado.
¿Me sirve, por ejemplo, tomar una historia a modo de metáfora para presentar mi historia? Leer a Juan Forn. Juan nos deja otras lecciones: comienzo y fin son claves. El misterio (cuándo el tema lo amerita, claro) también juega.

Contexto

Cada historia está situada: en tiempo, en espacio, en coyuntura, en contexto. Existen una cantidad de elementos que debemos tomar en cuenta. ¿Qué pasa en el contexto geográfico dónde llega mi mensaje? ¿Qué recursos existen, por ejemplo, para abordar problemáticas como las que planteo y buscar soluciones?

Personajes

Si tu podcast es de ficción, deberás definir personajes con características bien claras, cuyas acciones, aún las disruptivas, sean previsibles para nuestra audiencia. Es decir, verosímiles.
En el caso de trabajar con realidad y no con ficción, será la elección de los protagonistas de nuestras historias, las voces de autoridad que convoquemos, las personas que entrevistemos, los que funcionarán como personajes destacados.

Ritmo

El desafío es mantener el interés durante todo el episodio, y también episodio a episodio. Para ello el armado de la grilla y la estrategia para programar los bloques será clave. ¿Cómo ordeno columnistas, entrevistas, invitados, editorial, etc.? ¿Cómo lo matizo desde el audio para evitar la monotonía?

Elección de temas, criterio Juan Forn

  • Que el tema sea opinable, que tenga oposición, que esté abierto al debate
  • Que se vincule o pueda vincular con otros temas o lenguajes
  • Que se pueda alimentar concitas, frases de libros o películas, otras referencias culturales
  • Que se trate de un acontecimiento con proyección en lo público, que importe a nivel comunidad o sociedad
  • El tema central debe tener entidad dentro del discurso, no podemos sostener todo el discurso en metáfora o el paralelo. Y debe estar presente en el cierre.

Las antológicas contratapas de Página/12, criaturas de Juan Forn, abordan, como suelen abordar los podcasts, temas vigentes pero no inmediatos. Suelen ser temas que aún circulan como tales en la opinión pública, pero ya superaron la instancia “noticia de último momento”. Las contratapas de Juan suelen abordar temas actuales pero atemporales.
Muchas veces construye al revés: a partir de una noticia más o menos cercana se aborda un tema atemporal: la libertad, el mito, la crisis como estado permanente.
Lo que hace Juan en sus relatos de contratapa es cruzar dos temas (uno como disparador del otro, como su metáfora ). El ir de uno a otro aumenta el dramatismo del relato, agregar suspenso, captar la atención creando la certeza de que no puedo saltarme nada ya que el relato a) es interesante y b) quedaría incompleto aún conociendo el final.

Andrés Malamud

12 lecciones para el ensayista contemporáneo

  1. Prioridad.  Lo primero es no aburrir. El mejor argumento es estéril si la audiencia cambia de canal.
  2. Tema. Para elegir el contenido no hay reglas. Pero el supremo estimulante son las ganas de ganar una discusión. Los argumentos mejoran cuando tienen rivales.
  3. Objetivo. Aunque la motivación sea ganar una discusión, la finalidad es ayudar a entender al que la mira de afuera.
  4. Foco. Hay que identificar lo esencial y relegar lo accesorio. Los matices son importantes, pero detallismo y firuletes juegan para el rival.
  5. Secuencia. Los mejores artículos de opinión o difusión siguen la fórmula de The Economist: entender, simplificar, exagerar.
  6. Estilo. La clave de la buena escritura es KISS: Keep It Short and Simple. Frases cortas, punto y aparte. Una idea fuerte por párrafo. . Riqueza de vocabulario sí, jerga no.
  7. Conceptualización. Hace falta definir los conceptos, sobre todo cuando el uso cotidiano es ambiguo o disputado.
  8. Datos. Los argumentos se defienden con evidencia, no con impresiones.
  9. Fuentes. hay que evitar el tono académico, pero es honesto y útil recordar al autor de una idea.
  10. Encuadramiento. ¿Nuestro tema es un caso de qué? ¿A qué reino, familia, género y especie pertenece? Es crucial distinguir si tratamos de una regularidad histórica o una coyuntura crítica, de tiempos normales o excepcionales, etc.
  11. Comparación. A partir de un caso es imposible generalizar, ¡pero también es imposible individualizar! ¿Cómo saber que algo es único si no miramos otra cosa? Quien solo conoce su país no conoce ningún país. Y así con todo.
  12. Humor. Un chiste contribuye a no aburrir, pero además cumple otra función: enfriar. El humor obliga a tomar distancia y da perspectiva. Porque un ciudadano indignado es un buen ciudadano, pero un analista indignado es un mal analista.

Storytelling

“El storytelling consiste en articular un discurso bajo un punto de vista, dotarle de un ángulo de enfoque, facilitando la construcción de contenido alrededor de una marca, producto o servicio bajo un hilo argumental de una manera empática”. En limpio y sin más trámites: subjetivo y emocional.

Cuando comenzaron a envasarse los productos, y crearse las marcas, sucedió que la gente ya no pedía jabón, pedía jabón X. Entoneces, ¿cómo diferenciarse?
La primera aproximación fue indicar las bondades de mi producto: es más suave, lava más profundo, etc.
La segunda, agotada la primera, fue relacionar el producto con el estatus: el que usa tal reloj viste de tal manera y tiene tal auto. Es decir: ese reloj responde a ese estatus. Pero, como todos las estrategias, se fue agotando.
Aquí, entonces, especialistas en marketing y publicistas (también asesores de campaña política) descubrieron el secreto: el mejor gancho para vender (un producto, un candidato, lo que sea) es LA EMOCIÓN.

Nada puede compararse o competir con una historia bien contada. Esto que descubren la publicidad y el marketing no es nuevo: en ello se basa el éxito de las revistas de la farándula, la prensa amarilla, los programas de chimentos, las novelas de la tarde, muchas comunidades religiosas.
Pero está en la base ancestral de la tradición oral.
Se trata de contar historias para conectar emocionalmente a los posibles clientes (o votantes o prosélitos) con una determinada marca comercial (o partido político o religión).
El producto aparece, muchas veces, en un segundo plano. El “anuncio” no anuncia al producto ni argumenta porqué es mejor que el otro de la competencia. Es decir, el “anuncio” no apela a la razón para que te convenzas de ir a comprarlo, sino a la emoción para que te enamores de su marca.

El storytelling no intenta que compremos un producto, sino que nos identifiquemos con él y seamos testigos de una narrativa en donde la marca sólo es una especie de marco, el contexto donde se desarrolla una historia emotiva.
La clave: lograr que el público sienta como algo propio esas historias y, por tanto, confíe en las marcas que se las cuentan. Si la gente al escucharlas dice “a mí me pasó algo semejante” o “a mí me podría pasar lo mismo” habrás conseguido tu objetivo. Habrás construido una empatía entre quien vende, sin decir que quiere vender, y quien compra, sin saber por qué quiere comprar.